VIVIR EN EL PASADO. VIVIR EN EL FUTURO (II)

VIVIR EN EL PASADO. VIVIR EN EL FUTURO (II)

En el post anterior hablábamos que un exceso de pensamientos en el futuro provocaba ansiedad. Esto tenía consecuencias en nuestra fisiología. También comentamos que la ansiedad fue la enfermedad del siglo XX puesto que las guerras aumentaban en la gente la percepción de un futuro muy negro. Hoy en día, y según el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, la enfermedad de nuestro siglo es la depresión. La depresión se produce por un exceso de pensamientos hacia el pasado. Se presenta en forma de tristeza constante, decaimiento, irritabilidad o malestar continuado. Todos coindicen que cada vez se presenta a una edad más temprana y no distingue entre clases sociales. Por tanto no sólo hay que tratarla sino que también hay que prevenir. Frederick Goodwin es director del Instituto Nacional de Salud Mental en la Universidad de Washington y da algunas razones que él considera que influyen en este aumento de la depresión. “El núcleo familiar ha experimentado una gran erosión, se ha duplicado el número de divorcios, los padres dedican menos tiempo a los hijos y se ha producido un aumento de la inestabilidad laboral. En la actualidad es difícil crecer manteniendo lazos con todos los miembros de la familia. La pérdida de una fuente sólida de identificación es la principal causa del aumento de la depresión”. Otros psicólogos como Martin Seligman hablan de un aumento del individualismo y de pérdida de los valores familiares como motivos de este florecimiento. Además explica que “si se magnifican los fracasos y se asocian a una situación permanente relacionada con uno mismo, provoca que un pequeño revés se convierta en impotencia y desesperación”. Lo...
VIVIR EN EL PASADO. VIVIR EN EL FUTURO (I)

VIVIR EN EL PASADO. VIVIR EN EL FUTURO (I)

Si habéis leído el libro “Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman, se hace una referencia a que el siglo XX fue el siglo de la ansiedad. La ansiedad es un estado de miedo continuado. Como ya habíamos dicho, el miedo es una emoción que servía para mantenernos con vida. Si ibas por la selva y veías un tigre, el miedo te ayudaba a escapar de ese peligro y mantenerte con vida. Una vez huías, el miedo desaparecía. Así sigue funcionando en el resto de animales. Sin embargo, el estilo de vida que llevamos los humanos en la actualidad hace que, salvo situaciones muy extremas, no sea tan crucial como antaño. De hecho se puede volver contraproducente… Hoy en día sentimos miedo pensando en si nuestros hijos tendrán un trabajo, si aprobaremos tal examen, si llegaremos a fin de mes…Es un miedo continuado porque el supuesto peligro se mantiene en el tiempo. Puede que, incluso, ese miedo sea infundado y nunca llegue a pasar aquello que imaginamos. Este miedo continuado provoca ansiedad. Si vivimos pensando, de manera continuada, cómo será nuestro futuro o el de nuestros familiares poniéndonos en representaciones mentales poco optimistas, acabaremos presos de ese miedo. La ansiedad provoca consecuencias fisiológicas como dolor de estómago, entre otras. Cuando tenemos miedo las funciones estomacales se paralizan porque el organismo pretende ahorrar energías para emplearlas en la defensa o en la huida con tal de sobrevivir a la amenaza. De este modo, se disminuye la producción de enzimas digestivas en el estómago y los intestinos. La digestión podía quedar a medias y se produce una gran cantidad de gas. Este gas...
¿QUÉ TIPO DE PERSONA ERES SEGÚN LA GESTIÓN DE TUS EMOCIONES?

¿QUÉ TIPO DE PERSONA ERES SEGÚN LA GESTIÓN DE TUS EMOCIONES?

En post anteriores os mostraba los 3 tipos de cerebros que tenemos los humanos. Posteriormente incidimos en las emociones que podemos llegar a experimentar gracias al cerebro emocional. Una vez que conocemos esas emociones, estaría bien hacer una reflexión sobre qué tipo de personas somos en cuanto a la forma de tratar esas emociones que experimentamos. John D. Mayer es un psicólogo de la Universidad of New Hampshire. Este hombre considera que hay distintos tipos de personas según la manera de tratar con sus emociones. Un primer tipo de personas son conscientes de cuál es el estado de ánimo que están experimentando. Al tomar consciencia del estado de ánimo que está viviendo puede elegir la mejor manera de gestionarlo. No les cuesta salir de un estado negativo y no le dan vueltas de manera obsesiva a las cosas. Son seguros de sí mismos y positivos. Otro tipo de personas son aquellas que viven atrapadas en sus emociones. Son desbordadas por ellas y esclavos de sus estados de ánimo. Aquí la consciencia de cuál es la emoción que están experimentando brilla por su ausencia. Las emociones los abruman y no escapan de los estados negativos. Por último, el señor Mayer, habla de las personas que aceptan de manera resignada sus emociones. Perciben lo que sienten pero aceptan sus estados de ánimo sin cambiarlos. Esta aceptación puede ser positiva y por tanto tienen buen humor pero nula motivación para cambiar esos estados de ánimo; o los que están molestos por los estados que experimentan y no los cambian, a pesar de no ser felices. La cuestión es ¿en cuál de estos...
¿CÓMO APRENDEMOS?

¿CÓMO APRENDEMOS?

Una vez que hemos visto que la mente funciona a dos niveles (consciente e inconsciente) es curioso conocer cómo lo que vamos aprendiendo pasa de la mente racional y lógica (consciente) a convertirse en un hábito involuntario y mecánico donde interviene la mente subconsciente. Se dice que el proceso de aprendizaje humano tiene 4 fases. Piensa por ejemplo cuando aprendiste a conducir. Al principio era todo un reto y un lío. Había que estar atento a muchos estímulos externos. Parecía imposible dominar todo eso, pero con el tiempo llegaste a conducir de manera inconsciente. Se había convertido en un hábito e incluso podías ir hablando con el copiloto o escuchando música, sin que ello afectase a la conducción. Para la primera fase del aprendizaje de la que hablan los expertos vamos a volver a la adolescencia. Piensa que tienes 15 o 16 años. Eras un incompetente inconsciente respecto a la conducción. ¡No, no te estoy insultando! Pero es que en esta época no teníamos ni idea de cómo se conduce, las normas de circulación ni nada de nada. No era necesario porque no podíamos sacar el carnet. Por tanto estábamos en una fase de incompetencia (no sabíamos conducir) y como no podíamos quitar el carnet porque no teníamos 18 años, también éramos unos inconscientes respecto a todo ese mundillo. La siguiente fase llegaría a los 18 años. Tomamos conciencia de que tenemos edad para sacar el carnet y queremos tenerlo para conseguir un poco de libertad. Sabemos que el coche cuenta con un volante, un cambio de marchas y que hay unas normas de circulación. Pero claro, nadie nace...
¿CÓMO FUNCIONA LA MENTE HUMANA?

¿CÓMO FUNCIONA LA MENTE HUMANA?

Nos gusta poner ejemplos para facilitar el entendimiento de los nuevos términos que estamos mostrándoos. Así que empezaremos con uno. Imagina que eres un estudiante que tiene un examen (si lo eres no lo imagines). Has estudiado y te lo sabes. Pero estás nervioso y te enfadas contigo mismo porque tienes los conocimientos para aprobar. “¿Por qué estoy tan nervioso? He estudiado y me lo sé. No lo entiendo”. Esto nos ha pasado a todos varias veces a lo largo de nuestra vida. Percibimos y reaccionamos ante el mundo de una determinada manera. Desde pequeños a base de repetición aprendemos una serie de comportamientos que se van registrando en la mente que llamamos subconsciente. Por tanto, muchos de nuestros comportamientos no los entendemos. Están ahí porque así aprendimos y nos enseñaron a relacionarnos con el mundo que nos rodea. Son fruto de experiencias, una educación, unas creencias que se van almacenando en nuestro cerebro, Algunas mejores y otras peores. Asímismo contamos con otra mente que es la que conoce y tiene asimilados todos los datos que has estudiado. Se trata de la mente consciente. Por tanto podemos decir que la mente funciona en un nivel consciente y otro subconsciente. La mente consciente es lógica y analítica. Con ella buscamos tomar decisiones acertadas. Puede reconocerse a través de nuestros pensamientos o en la manera cómo percibimos el mundo que nos rodea. Requiere un esfuerzo y es más lento. Otro ejemplo: 588:340. Necesitas más tiempo para resolverlo, pensar cómo se hacían las divisiones y seguir un orden. Concentración y esfuerzo sin sinónimos del cerebro racional. El psicólogo americano George Miller expresa...
LAS EMOCIONES HUMANAS

LAS EMOCIONES HUMANAS

En un post anterior os hablaba de los 3 tipos de cerebros con los que contamos los humanos. Entre ellos se encontraba el cerebro límbico, encargado de las emociones. Pero… ¿cuáles son las emociones que experimentamos las personas? Algunos expertos como Paul Ekman (psicólogo pionero en el estudio de las emociones y expresión facial) hablan de 7 emociones básicas. Nosotros vamos a hablar de las 6 que son universalmente conocidas. El desdén también podría reconocerse universalmente, pero no hay tanta unanimidad. Por tanto no lo tendremos en consideración. Como habíamos dicho las emociones son fruto de percepciones y representaciones mentales, que desencadenan en una conducta determinada. En nosotros mismos está el gestionarlas y adoptar la mejor respuesta. Existe una emoción que todos deseamos experimentar sin discusión. Se trata de la alegría. Pensamientos positivos llevan a una actitud positiva. Muchos expertos aseguran que cuánto más la experimentamos, más fuerte se vuelve nuestro sistema inmunológico. Una emoción que a nadie gusta y que es difícil gestionar es la ira. Suele descargarse hacia alguien que queremos. Hay que tomar conciencia de qué situaciones nos provocan esta emoción y buscar respuestas alternativas para no enfrentarnos a los demás, sobre todo seres queridos. Como bien indicaba una profesora nuestra “Solemos descargar la ira contra seres queridos porque sabemos que van a acabar perdonándonos”. El asco es otra emoción que experimentamos los humanos. Aunque de primeras no lo parezca es muy útil. Imagina que tenemos mucha hambre y no hay nada que nos advierta de que lo que estamos comiendo quizás esté en mal estado. Nuestro organismo pagaría las consecuencias e incluso podríamos llegar a...
Seguir
Recibe un aviso por e-mail cada vez que publique contenido nuevo en mi blog

Acepto los términos y condiciones del aviso legal