YO NO PUEDO CAMBIAR

YO NO PUEDO CAMBIAR

Seguro que muchos de vosotros habéis escuchado esta frase millones de veces. Me viene a la mente sobre todo en el cine cuando alguien la suelta y además se jacta de ello como si fuese algo bueno. “Cada uno es como es y no se puede (ni se debe) cambiar“. Pues bien, se trata de una creencia limitante. Es una falacia decir que cada persona es de una determinada manera y que así debe ser hasta el final de los días. Pobre de aquellos que intenten cambiar porque perecerán en el camino… Un médico español, Santiago Ramón y Cajal, hablaba ya a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, acerca de la idea de que “todo ser humano puede ser escultor de su propio cerebro si se lo propone”. Si salimos de nuestra zona de confort y cambiamos nuestra manera de pensar y actuar se producen nuevas conexiones neuronales. Por tanto llegamos a cambiar en nuestra manera de ver las cosas. Si hay un comportamiento con el que no estamos conformes podemos llegar a cambiarlo con el tiempo gracias a esas sinapsis (o conexiones neuronales). En nuestras manos está el cambiar nuestra forma de ser. El cerebro es moldeable y sí queremos podemos actuar sobre él. Esto requiere de un cierto tiempo para que las sinapsis entre neuronas sea fuerte y esa manera de pensar llegue a formar parte de nosotros. Por eso se habla a menudo de que un hábito son 21 días porque se dice que es lo que se necesita para que un comportamiento acabe formando parte de nosotros. Todo esto provoca que una...
LA IMPORTANCIA DE VALORARSE A UNO MISMO

LA IMPORTANCIA DE VALORARSE A UNO MISMO

Es importante empatizar y sentir aprecio y cariño por los demás pero más importante es confiar y quererse a uno mismo. En nuestros pensamientos están los límites que queramos ponernos. Esos pensamientos derivarán en unas acciones o en una ausencia de las mismas debido a creencias limitantes. Por tanto es importante confiar en nosotros mismos y ponernos las menos trabas posibles. También es importante confiar en las personas que conforman nuestro entorno para no limitarlas ni que se crean que no son capaces de hacer todo aquello que se proponen. El médico Mario Alonso Puig, especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo nos habla en este vídeo de la importancia de esa confianza en uno mismo y en valorarse y quererse. Porque quererse a uno mismo no es egoismo sino el principio para querer a los...
LUCES Y SOMBRAS

LUCES Y SOMBRAS

No, no estamos pensando en escribir una novela con ese título. Es un título que guarda relación con lo visto anteriormente de los niveles neurológicos y la idea de querernos a nosotros mismos. Nosotros somos un ente que tenemos nuestras luces y nuestras sombras. Siempre queremos que frente a los demás se muestren esas luces y se minimicen lo máximo esas sombras pero no siempre sucede. Esto es debido a que únicamente contamos con un 7% de consciencia. El resto de muestra mente, es decir, un 93% de nuestra mente es inconsciente. No tenemos consciencia de muchas cosas que nos suceden, como por ejemplo algunas características de nuestra personalidad. Es por eso que a veces nuestro entorno puede percibir cosas de nosotros que nosotros no conocemos. ¿Un ejemplo? Podemos ser lo más pedante de este mundo y no darnos cuenta pero nuestro entorno sí. Cuando conocemos a alguien nos atraen sus valores, su conducta, etc (he aquí de nuevo los niveles neurológicos). Nos enamoramos de sus luces porque son una proyección de nuestras luces. Nos vemos proyectados en esa persona pero solo tomamos consciencia de esa parte positiva. A medida que la relación avanza vamos centrando el foco en las sombras. Ahora ya caemos en la cuenta de que no todo era de color de rosa y que también hay una parte negativa. Esas sombras también son una proyección de nosotros mismos, de todo aquello que no nos gusta en nosotros y que vemos proyectado en esa persona. ¿Qué hacer? Pues lo primero que haremos es querernos a nosotros mismos. Así de simple y así de difícil. Sólo cuando...
LOS NÍVELES NEUROLÓGICOS

LOS NÍVELES NEUROLÓGICOS

En este blog nos centramos en la idea de mejorar personalmente en todo aquello que nos proponemos pero antes de nada tenemos que situar el nivel en que está aquello que queremos cambiar. Si lo que nos limitan son nuestras creencias, si está relacionado con los valores, si es el entorno el que nos influye negativamente…Por tanto, podemos hablar que hay distintos niveles o contextos de acción para generar cambios. En la década de los 70 Gregory Bateson, y posteriormente Robert Dils propusieron la pirámide de organización y de nuestros pensamientos. Según ellos, nuestro pensamiento es un todo que se organiza en 6 niveles. Cualquier cambio que se produzca en un nivel superior afecta a los niveles inferiores. Sin embargo, un cambio en un nivel inferior no tiene por qué afectar al nivel superior. Por ejemplo, si tenemos la creencia de que alguien es una persona falsa podremos tolerarlo y adquirir un comportamiento ante él de respeto pero nuestra creencia de que esa persona es falsa va a seguir existiendo. El nivel que se sitúa en la base de la pirámide (y del que vamos a hablar en este post) es el entorno. Representa el medio o el contexto en que nos desenvolvemos diariamente. Su influencia es enorme en nosotros. Si recibimos un trato violento desde nuestra niñez, va a influir en nuestra relación con los demás, en el resto de niveles y en la aparición de prejuicios o manías. El entorno nos potencia o limita porque la estimulación a la que nos someten desde la infancia influye en nuestros comportamientos, nuestras conductas, habilidades… Hay que buscar relaciones que...
EL KAIZEN Y LA MEJORA CONSTANTE

EL KAIZEN Y LA MEJORA CONSTANTE

Empezábamos hace unos meses este blog reflexionando sobre la importancia de cuidar de nuestro cuerpo con ejercicio físico y una buena alimentación, pero también incidíamos en el cuidado de nuestra mente. En este punto tiene gran importancia el cuidado de nuestros pensamientos y reacciones porque van a influir en nuestra salud física y mental. Herramientas como la Programación Neurolingüística y la inteligencia emocional nos ayudan en este proceso de mejora personal de una manera introspectiva. Cuidar de nuestra mente implica hacerla reflexionar, hacerla aprender. Pero también transformarla para que ciertos pensamientos no nos limiten a la hora de vivir de forma plena. ¿Qué es el Kaizen? ¿Qué relación tiene con lo anterior? El Kaizen surge en Japón tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se empezaron a aplicar los métodos del experto en eficiencia Edward Deming. Este proceso de Kaizen busca la mejora constante, pequeñas metas que nos llevan a la meta final que queremos conseguir. Este es un buen método para aquellas personas que tienen dificultades para enfrentarse a aquello que quieren conseguir. Cuando nos ponemos pequeñas metas vemos más accesible el conseguir aquello que nos proponemos. En cambio, si el objetivo marcado incluye una única meta y tenemos dificultades para enfrentarnos a ella, es harto complicado que tomemos acción. Es por eso que si quieres una mejora personal, sea física o mental, entra el juego la idea del Kaizen. Si tienes problemas a la hora de dejar de fumar, por ejemplo, o problemas de motivación para afrontar ciertas actividades; lo mejor es marcarse metas pequeñas, más accesibles para evitar abrumarnos e ir acercándonos poco a poco, sin prisa...
¿CÓMO SE CLASIFICAN NUESTRAS EMOCIONES?

¿CÓMO SE CLASIFICAN NUESTRAS EMOCIONES?

En un post anterior habíamos explicado que el psicólogo estadounidense Paul Ekman hablaba de 6 emociones básicas que experimentamos los humanos. Estas emociones eran la alegría, la ira, el asco, la sorpresa, la tristeza y el miedo. Un psicoterapeuta llamado Leslie Greenberg, cuyas investigaciones se centran en  la terapia de las emociones, clasifica estos distintos tipos de emociones en 3 grupos. Greenberg habla de un primer grupo que define como emociones primarias. Son las emociones que sentimos en lo más profundo de nosotros, son sentimientos verdaderos que definen lo que estamos sintiendo. Dentro de estas emociones primarias algunas son saludables y otras no. Las saludables son fundamentales para la supervivencia, mientras que las no saludables son crónicas y por tanto han dejado de ejercer su función y nos afectan negativamente. ¿Un ejemplo? La sensación de inseguridad. Otro segundo grupo son las emociones secundarias. Son emociones defensivas. Ocultan lo que sentimos en lo más profundo. Un ejemplo serían frases que los hombres escuchamos a menudo como “tienes que ser fuerte” o  “los hombres no lloran”. En el primer caso se presenta una dificultad para reconocer el miedo porque para la sociedad un hombre no puede expresar miedo, y por tanto se manifiesta un sentimiento de enfado que oculta esa emoción primaria de miedo. En el segundo caso es la tristeza la que se oculta con el enfado. Por último, Greenberg explica la existencia de las emociones instrumentales. Emociones que se usan para obtener algo a cambio.  A veces cuesta reconocerlas porque llegan a formar parte de nuestra vida. Un ejemplo es el enfado para conseguir que cumplan aquello que quieres...
Seguir
Recibe un aviso por e-mail cada vez que publique contenido nuevo en mi blog

Acepto los términos y condiciones del aviso legal