Hijo mayor de Felipe V y María Luisa de Saboya. Ostenta el récord de rey más efímero de España (229 días). Tras su muerte, el trono volvió a ser ocupado por Felipe V quien ,por el contrario, tiene en su poder la marca del monarca que más tiempo ha reinado en España (45 años).

Luis será el primer Borbón nacido en España y se verá sacudido por la muerte de su madre María Luisa en su más tierna infancia. Su padre volvería a casarse con Isabel de Farnesio (madre del futuro Carlos III).

El 10 de enero de 1724 Felipe V decidió abdicar en favor de su hijo Luis. Algunos historiadores afirman que tras esta decisión está el deseo del monarca de ocupar el trono francés ante una posible muerte prematura de Luis XV (circunstancia que no se produjo puesto que acabó reinando hasta 1774) ya que si esto ocurría se convertiría en su sucesor siempre que renunciase al trono español, pues así lo precisaba el Tratado de Utrecht, el cual impedía la unión de las dos coronas.

Otros historiadores defienden que Felipe V padecía depresión y trastorno bipolar. Dentro del período depresivo que registran estos enfermos se incluye un sentimiento constante de tristeza, desesperanza, pérdida de interés por actividades de las que la persona antes disfrutaba, timidez, irritabilidad, dolor crónico y desórdenes del sueño. Por tanto, consciente de su incapacidad para gobernar habría cedido la corona en favor de su hijo.

Además de contar con un padre que sufría de problemas mentales, Luis I se había casado con Luisa Isabel de Orleáns, la cual padecía un transtorno límite de la personalidad (inestabilidad emocional, pensamiento polarizado, impulsivo y relaciones interpersonales caóticas). La llevaron a protagonizar numerosos incidentes en palacio. La manda encerrar durante algunos días para “controlar sus excentricidades” ya que el joven monarca no la comprendía y se disgustaba ante la forma de comportarse de su esposa.

A pesar de ser el nuevo monarca, su padre y su madrastra no acababan de soltar el cetro e incluso Felipe V se jactaba diciendo «el Rey no ha muerto, ni yo tampoco». Es por esto que Luis I se rodea de tutores alejados de la influencia de los anteriores reyes. Esto se traduce en más medios para América y el Atlántico y menos en recuperar las posesiones en Italia perdidas en la Guerra de Sucesión. Con este monarca se produce en descenso de la influencia francesa en la Corte española.

Sin embargo, y pese a que sus intenciones no fueron malas, su reinado fue intrascendente. Enfermó de viruela y acabó muriendo 7 meses después de su acceso al trono. Su mujer también contrajo la misma enfermedad pero no falleció. Tras su muerte, la reina Luisa Isabel de Orleáns fue enviada de vuelta a Francia puesto que no contaba con muchas simpatías en la Corte, donde también murió joven, a la edad de 32 años.

Felipe V volvió a ocupar el trono español, siendo el único monarca que ha reinado dos veces en España.

 

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